A ti mujer, germen humano de la belleza, sentir sublime, dulce sorpresa. Todo esto que siento es para ti, para impregnarlo con tu viveza, para sumarlo a mi alegría, para restarlo a tu tristeza.
Gracias por ser fuente inagotable de carisma, por ese inquebrantable compromiso que derrochas, por enseñarme a ser valiente, por ser madre, amiga, amada compañera. Por empapar de dulzura cada gesto y cada mirada, porque, así, sin saberlo...,te necesito.
Enséñame a vivir a tu manera, agarra fuerte mi mano, dáme la vida y hazme cómplice de la fresca esencia que desborda en tu interior, del color de tus ojos, del sabor de tus caricias.
Tú, mujer, que has recorrido sola el camino de la historia, mirando a los ojos del horizonte, ganando la batalla al miedo, a los ignorantes estereotipos, a la ruín marginación,...,tú, mereces ser imprescindible, única, féliz, disfrutando eternamente el regalo divino de albergar en tu interior el fruto de una nueva vida.
A tí, mujer.
(Escrito para el Certámen de narración hiperbreve con tema central: "La Mujer", organizado por el Ayuntamiento de Bullas)
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