
No puedo más que trasladar la honda preocupación que me supone ver estas imágenes. ¿Es esta la España que queremos tener? ¿Son estos los que se dicen verdaderos patriotas? ¿Defienden a su país insultando, agrediendo y tirando en la cuneta a todos aquellos que no nos apoderamos de los símbolos comunes, ni nos sentimos capaces de juzgar a nadie? ¿Que es ser un buen español? ¿Es esto acaso? ¡Ya está bien!
Soy incapaz de comprender a esta gente. Soy consciente de la historia de mi país, y por ello sé que es sólo eso, simplemente historia, que está ahí, que no se puede borrar, y que debe servirnos para aprender y no volver a caer jamás en los errores cometidos en el pasado. La riqueza del país se genera por su gente. Por su vitalidad, por su esfuerzo y dedicación, por su diversidad y la riqueza de las culturas que aquí conviven. Sólo siendo firmes defensores de la paz, la libertad y la democracia seremos capaces de ganar el futuro. Arrinconemos ya los viejos estandartes que únicemente sirvieron para dividir y aislarnos del progreso del mundo civilizado. Yo no pretendo convencer a nadie de nada, ni juzgarlos tampoco, sino trasladar desde aquí mi profundo convencimiento de que si hemos sabido avanzar hasta ahora, siendo el perdón y el bien común nuestro mayor patrimonio, no caigamos ahora por la irresponsabilidad de algunos que sólo pretenden provocar y enfrentar, en el profundo error de dividirnos de nuevo entre españoles de bien y traidores a la patria. Sabemos que eso es lo que algunos desean. Sabemos que lo hacen porque una población crispada, enfrentada entre iguales, es más fácil de manejar a su antojo. No les demos ese triunfo. De corazón les pregunto ¿cómo es posible que veamos que personas jóvenes, que están fuera de viejos rencores y heridas sangrantes de tiempos pasados, sean hoy los más fervientes defensores de un régimen que supuso la destrucción de nuestras tierras y la desaparición de más de 600.000 personas nobles y honradas? Únicamente la profunda ignorancia de su historia y de las consecuencias que de ella se derivaron puede llevarles a defender algo así. Porque obviamente, para estos personajes será muy fácil hablar ahora así y decir barbaridades como las que dicen, teniendo la tranquilidad de vivir en un país donde existe libertad de expresión y asociación, donde por pensar de una u otra manera no te arrestan ni te fusilan, donde cada uno puede acudir a votar aquello que desee y donde gracias a el sacrifico y la entrega (incluso de la vida misma) de tantas y tantas personas, disfrutamos hoy de un régimen de libertad democrática que incluso hace posible que ellos puedan salir a la calle con banderas y símbolos anticonstitucionales, gritando soflamas fascistas y creyendose válidos para condenar a los demás sólo por no pensar igual que ellos.
El problema existe y es grave. Ignorando esta realidad no conseguiremos nada bueno, ni para nosotros ni para nuestro país.
Cuando terminen de ver este video piensen:
¿Es esta la España que queremos? ¿Es esta España la que mejor nos representa?
Con gente así, nada de lo que pase puede extrañarnos
Ahora, de verdad, ¿aún causa sorpresa que pasen cosas como el ataque racista en el tren en Barcelona?. A mí, sinceramente, ya no.
Siéntanse orgullosos todos aquellos que quieren esta España.
Yo ruego que paren, que me bajo