
Esta madrugada se ha apagado para siempre la voz de "Hora 25". El cáncer calla la voz de un periodista excepcional que a través de las ondas entraba cada noche en nuestras casas y nos contagiaba de su pasión por la radio, por el periodismo y por la información contada con rigor y objetividad. Sonrío al recordar tu lealtad colchonera, y tu paciencia infinita ante esos "motivos de un sentimiento". Fue una de las muchas lecciones que me dabas cada noche.
Siempre fuiste ejemplo para todos por tus ganas de vivir, por la fuerza con la que te colmabas de vitalidad y desbordabas amor por tu trabajo. Te convertiste parte de nosotros, y nosotros cuidaremos siempre de ese trocito de ti que nos brindabas cada anochecer y que nunca se entregará al olvido.
Decímos hoy adiós a tu voz amable e inconfundible, a tus palabras cargadas de sentido común y coherencia, a esas tertulias amistosas que lograban transportarnos y hacernos sentir uno más junto a Miguel Ángel, Carnicero, J. María Brunet, Carlos Mendo..., mientras lentamente llegaba la noche.
Gracias de corazón por tu fuerza, por tu compromiso y entrega, y por la dosis de humanidad que nos regalas con tu recuerdo.
Carlos, deseo despedirme de ti con el más fuerte de los abrazos, dandote gracias por haber conseguido que, sin haberte conocido jamás, después de tantas noches, hoy sienta que pierdo una parte de mi. Hoy siento que se va un amigo.
Sólo desearte aquello que tú decías cada noche: "QUE LO PASES, LO MEJOR QUE PUEDAS"